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El efecto del ahora

El ahora nos condiciona, nos emociona, nos hace felices, nos hace tristes, simplemente vivimos en el ahora.

La vida es emoción y por eso normalmente es muy complicado que consigamos tener una visión atemporal de las situaciones. Vivimos tan intensamente el momento actual que después se nos olvida lo fuertes que son las sensaciones en el momento inicial.

Cuando vivimos situaciones por primera vez en nuestra vida, esta nos deja una impronta especial que nos marca y nos hace madurar. Evidentemente la segunda vez ya no sentimos emocionalmente de la misma manera.

  • La primera vez que lo dejas con una novia.
  • La primera vez que ganas tu sueldo.
  • El primer sobresaliente.
  • El primer suspenso.
  • Tu primera empresa.
  • Tu primer fracaso.
  • La primera enfermedad grave de un familiar.
  • La primera muerte de una familiar.
  • El nacimiento de un bebe en la familia.
  • La muerte de un amigo joven.

¿Te acuerdas lo que sentiste? ¿Lo importante que fue ese momento para tí?. Normalmente, al mes de suceder cualquier acontecimiento realmente importante en tu vida este deja de tener la huella emocional del poder del ahora.

En Agosto de 2008 el Vuelo 5022 de Spanair sufrió un accidente que paralizó el país. Recuerdo que la primera semana todas las comunicaciones y conversaciones de todo el mundo hablaban exclusivamente del accidente. Una vez, me preguntaron que opinaba de todo lo que se hablaba en los medios de comunicación sobre Spanair y comenté; opino que en un mes ya no se hablará de este incidente, hablaremos de algo nuevo pero el accidente ya no tendrá ninguna importancia y Spanair volverá a la normalidad. Simplemente estamos viviendo la resaca del poder del ahora. (El primer mes Spanair bajó considerablemente su nivel de facturación, a los pocos meses los números eran los mismos que antes del accidente)

Vivimos tan ocupados en el ahora que somos incapaces de ver más allá, de mirar hacía donde vamos, en que dirección caminamos, donde vamos a estar dentro de un año. Te imaginas salir en coche sin dirección, sólo mirando lo que ocurre en la calle, observando cada incidente, cada persona, conduciendo sin rumbo, ni dirección, simplemente dejándote llevar por lo que ves a tu alrededor. ¿Dónde crees que vas a llegar?, pues al final a donde vamos a llegar todos, al final tarde o temprano todos nos quedamos sin gasolina y esta historia se acaba.

Cuando empecé con mi primera empresa hace ya 10 años, simplemente vivía el ahora, cada día me levantaba esperanzado de vivir nuevas sensaciones, de vivir el poder del ahora y disfrutar de él. Era realmente fácil, clientes, proveedores, socios, bancos, compañeros, todas las emociones conducían el coche, lo llevaban a explorar nuevas situaciones cada día. ¿Qué pasó cuando pasó un año? Pues nada, que habían pasado 365 días de emociones pero el coche seguía dando vueltas sin ninguna dirección clara, eso sí, me lo había pasado increible, cada vez trabaja más horas y vivía emociones más nuevas e intensas.

Cuando te marcas objetivos claros a medio y largo plazo, puedes no cumplirlos pero al menos te acercarás y tendrás una dirección clara. Si conduzco mi coche y decido ir a Barcelona, lo más probable es que las situaciones del ahora me condicionen  (compañeros, clientes, proveedores, socios, bancos) pero seguramente conseguiré llegar a Gerona, ya que seguiré un rumbo definido.

Nunca nos enseñaron a entender la vida desde otra perspectiva, solamente vivimos el ahora, lo que ocurre, conducimos según sentimos y la vida es un camino en coche que tiene de media 73 años de gasolina y tenemos tiempo para conseguir casi cualquier cosa que nos propongamos. Eso sí, tú decides, quieres conducir tu propia vida o ser el copiloto del ahora.

¿Te gusta conducir?

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7 respuestas a «El efecto del ahora»

Además de decidir si ser conductor de tu propia vida o no, también es bueno elegir bien a tus compañeros de viaje.
!Qué bien me lo paso viajando en este barco¡
Buena travesía, amigo. 😉

Efectivamente creo que tienes toda la razón. Sin embargo y no se si esta documentada mi reflexión o es simplemente una paja mental, pienso que el pensar en el ahora, es algo genético, algo que llevamos encima como animales que somos y es la educación la que nos hace ir evolucionando esa idea, del ahora y restandole futuro en pos del mañana.

Si tratas con niños de 4,5 u 8 años es algo que es muy fácil observar, para ellos no existe otra cosa que no sea el ahora, no sirve de nada ofrecerles algo para el futuro, solo viven el ahora y con la edad van entendiendo otros conceptos.
Por ello trazarse objetivos y no pensar en el ahora, exige un sobreesfuerzo, una práctica constante que sin duda nos reporta beneficios, pero hay que aprender.

he entrado en tu blog de rebote (la magia de internet)y no te puedes imaginar lo bien q me han venido estas reflexiones, es justo lo que necesitaba, AHORA!!no es que no conociera el problema pero a veces necesitas que alguien te lo exponga claramente.
me encontraba perdida totalmente y escondida en el trabajo, que dejas que te absorba día a día, agotando lentamente «la gasolina del coche», sabes que tienes que parar , que tienes que coger las riendas pero ni quieres ni encuentras el momento, ni tienes fuerzas ya!
En mi caso, responsable de recursos humanos y metida de pleno en ajustes de plantilla y de todo lo que se pueda ajustar, no puedes evitar que las circunstancias actuales me afecten y sienta que le fallo a mi equipo y a mi misma y pierda de vista el objetivo, que la empresa sobreviva!
Tienes razón que esto te pasa la primera vez y que aprenderé o eso espero!
un saludo y gracias!

Hola Bea, por lo que comentas son experiencias muy duras las que estás viviendo por primera vez. Dentro de un tiempo lo verás todo de otra forma.

Ánimo y mucha fuerza.

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